viernes, 20 de enero de 2012

EL MUNDO DE CARLOS


 
 
Voy a relatar una historia personal,, en su momento tengo que reconocer que me impactó mucho y decidí relatarla mitad cuento y mitad realidad junto con mi amigo Luis Granados González espero que os guste.Este cuento se ha presentado a un concurso





EL MUNDO DE CARLOS




No era un buen día para realizar un viaje en automóvil de más de cien kilómetros para asistir al cumpleaños de mi sobrina. Llovía como en mucho tiempo no lo hacía. En el coche con nosotros venía Carlos un amigo de mi sobrina, muy especial. Paramos el coche porque la lluvia no dejaba que viésemos más allá y resultaba difícil el conducir.


Divisamos a lo lejos, una gran bola de dimensiones fantasmagóricas. En cuanto paró de llover, Carlos y yo nos acercamos cautelosamente. Estaba .formada por miles de cristalitos, que reflejan la luz a través de sus poros formando pequeñas y transparentes gamas de colores semejando a un arco iris.


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Dentro de ella una figura, es un niño de aspecto blanquecino, resplandeciente, sus labios delimitados perfectamente, dejan ver un maravilloso intenso color rojizo, sus ojos abiertos, y perdidos en la inmensidad .Está sentado placidamente mientras miles de mariposas multicolor revolotean tranquilamente a su alrededor, parece como si le conocieran de siempre. Las recoge con sus delicadas manos aterciopeladas parecen de fina porcelana y ellas sin ningún miedo se posan en su pelo, en sus hombros. Está feliz, su boca tiene una sonrisa eterna pero ¿que hace ese niño hay? ¿ ¿Necesitará esa burbuja para su existencia? Una vez dentro, el ambiente invita al interiorismo, me siento junto a él mientras mis pensamientos me invaden. Gran conexión, miradas profundas.

Me sorprendo cuándo de mis ojos resbala una lágrima tal vez anunciándome que estoy viva; una pequeña mariposa en ese momento roza mi mejilla, siento la calidez y suavidad de sus alitas multicolor. Allí estábamos rompiendo la realidad, sonriéndonos, mirándonos con los ojos de la inocencia de la niñez, a la vez, sus manos junto a las mías irradiando un calor, inusual, son manos seguras en un mundo seguro. .


Había una perfecta conexión, yo estaba siendo Espacio para él y el para mí .Es un mundo mágico, miles de imágenes de hadas, con vaporosas alas al viento, unicornios con suaves lomos blanquecinos, vuelo sutil. Maravillosas flores multicolores, adornaban alrededor despidiendo fragantes aromas.
Fuera el mundo es diferente Nuestra eterna y variable sociedad consumista, a golpe de reloj. Siempre a destiempo, todo a desmano.
El tiempo se pasaba y yo allí abrazada a mi niño de porcelana formando figuras de colores con la mente y con el corazón…

Unicornios volaban, intentaba coger altura mientras él los cogía al vuelo alzaba sus manos y sus dedos delicadamente, con su carita llena de inmensa felicidad .Nuestro mundo de comunicación era un mundo terriblemente conflictivo. Había que ser muy fuerte y valeroso como un gran guerrero. Gran razón nunca estamos preparados personas fuertes en un mundo fuerte.
Estaba llegando el momento, tenía que marcharme. Me surgen dudas mundo real y fantástico.

De pronto un ruido ensordecedor me hace salir del ensimismamiento en el que me encontraba. Gritos, niños corriendo cómo movidos por un resorte Me duele la cabeza y es que lleva todo el día lloviendo, miro la ventana empañada por el frío exterior mientras que miles de gotitas van deslizando por el cristal haciendo pequeños dibujitos en la ventana
..


Levanto la vista y allí frente a mi se encuentra Carlos, el hijo de Blanca, es autista, Hoy en día es un niño como otros tantos de esta sociedad, con un maravilloso mundo interior. Pero, mientras lo miro me trae lindos recuerdos de mi niño de la burbuja. Se ha quedado dormido y yo no paro de mirarlo. En mi puño fuertemente apretado conservo una figurita de un hada con un vestido rosado intentando alzar el vuelo ♥ Merche ♥