domingo, 9 de enero de 2011

LA LEYENDA DE HIRUMA Y XALIMA

                  Cuenta la leyenda que Xalima, joven doncella de cabellos negros como el azabache y piel
dorada moría de amor por Hiruma, su caballero andante.
      Hiruma vivía en las tierras de Corfús, tierras de infinitos contrastes y destellos multicolores terratotas;
escarpados faldones de solitarios montes convertidos en gigantescas y deformes moles teñidos de un raro
color carmesí.
En el infinito, el sol desaparecía con lentitud pretendiendo detenerse unos segundos consciente de la belleza
producida por sus rayos. La distancia entre los dos, elevaba los quejidos desgarradoresa la luna cada noche;
la luna curiosa de los lamentos era un apoyo para Xalima, cuyas lágrimas se desanecían y subían para formar
las estrellas, fieles compañeras y testigos de su tristeza.
      Las veces que estaban juntos, se amaban bajo los sauces, mientras susurraban palabras de amor.Hiruma
delineaba delicadamente con la yema de sus dedos la perfilada boca de su amor palpando asi su suave piel
dorada y entonces los dos se sumían en multitud de caricias y sensaciones que hacián que la luna brillara con
su mas intensa luz; las estrellas parpadeaban insistentes a un ritmo inusual al igual que sus corazones, y su
fulgor aparecía mas intenso que otras noches, pero hacía tiempo que todo eso sucedía en sueños desde
que Hiruma estaba condenado a vivir tan lejos de ella. Cuentan que  los quejidos de dolor de Xalima se
oían al anochecer por la ausencia de su amado.
      Las últimas noticias sitúan a Halima en una montaña rocosa rodeado  por el mar esperando que la
bravura del agua apagiguase el dolor de su corazón y su cuerpo fuese cubierto por la espuma blanca del
agua al chocar contra las rocas. La dulce y tierna Xalima, al saber de él fué al mar en busca de su
amado y cuenta la leyenda que en dias de luna llena se puede ver la figura de una sirena, a la luz de
la luna entonando preciosos cantos de amor a su amado Hiruma.